Los implantes disponibles en la actualidad tienen una superficie externa de
silicona y su contenido puede ser de solución salina o gel de silicona. A su
vez la superficie externa puede ser lisa o texturizada y además, puede tener
forma redonda o forma de gota de agua.
La silicona es una de las sustancias más compatibles con el organismo. Es
utilizada en el aumento de los senos desde 1965. El uso de implantes de seno no
ha demostrado su relación con enfermedades de tejido conectivo. De la misma
forma, no se ha encontrado aumento en la ocurrencia de cáncer de seno.
Las ventajas de los implantes de silicona son:
• Consistencia que semeja más la del tejido mamario natural.
• Viscosidad que permite mantener la forma del implante produciendo menos ondulaciones.
• La superficie texturizada se ha asociado a menor contractura capsular.
• En caso de producirse una ruptura del implante, la alta cohesividad del gel
evita que este gel salga de la cobertura, que pueda migrar, cambiar la forma
del seno y disminuir el volumen.
La implantes de seno no afectan la lactancia. Este proceso natural es el
resultado de las hormonas y su efecto sobre la glándula mamaria durante este
período. Se sabe que la proporción de las pacientes con implantes de seno que
no pueden lactar es similar a la de las pacientes que no los tienen.
No existe evidencia de su relación con enfermedades autoinmunes como el
lupus ni la artritis. No existe evidencia que demuestre la relación del uso de
implantes de silicona y la presencia de cáncer de seno, es importante que sepa
que la presencia de los implantes dificulta la evaluación con mamografía de los
senos. Todas las mujeres deben seguir los controles necesarios para la
detección temprana del cáncer de seno. Debe continuar realizándose tanto el
autoexamen como la mamografía. Es importante que informe al radiólogo y al
técnico que le vaya a realizar su examen diagnóstico bien sea ecografía,
mamografía o resonancia magnética, que usted tiene implantes de seno, pues la
lectura de estos estudios puede ser más difícil.
En el año 2011 se describió una entidad llamada linfoma de células gigantes
en algunas pacientes con implantes de seno en todo el mundo para una incidencia
aproximada de 1 en cada 6 millones de mujeres con implantes pero no se ha
demostrado una relación directa. Adicionalmente, el comportamiento de esta
entidad ha sido benigno siendo manejado con el retiro de las prótesis.
Se estima que la duración de los implantes de seno puede llegar a ser 10
años e incluso los implantes de mayor cohesividad podrían durar mucho más. Lo
recomendable después de su cirugía es realizar unos controles periódicos para
evaluar el estado de las prótesis y determinar de acuerdo a la evolución la
necesidad de cambiarlos. En general a los diez años de la intervención es
oportuno realizarse control con imágenes bien sea ecografía o resonancia
magnética idealmente. Recuerde que los senos también sufren un proceso de
envejecimiento, razón por la cual puede presentar cambios con los años luego de
la cirugía que pueden requerir intervenciones adicionales y el cambio de los
implantes.
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